José Cueli: Las “espantadas” de la afición

Decía Rafael Gómez El Gallo, torero gitano de dura crin, silencio hondo, melancolía inefable, que cuando un toro meneaba la cola y la oreja derecha, lo más prudente era retirarse con todo y su montera, corona de emperadores, y el capote manto regio a la espalda, “porque lo que no puede ser, no puede ser, porque es imposible,” que le llevaron a sus famosas “espantadas”, que él calificaba de sabiduría torera, que deberían aprender, además de los toreros, los políticos, al igual que el toreo, es un arte, en el que cuando el toro, la oreja menea y la cola mueve, lo mejor es la “espantada”…